Resumen del contenido

Los trastornos funcionales digestivos afectan a un porcentaje importante de la población (algunos estudios informan que más del 15%), y tienen un fuerte impacto en la calidad de vida. Además, la mayoría de las enfermedades digestivas pueden prevenirse si se tratan a tiempo. 

No existe un tratamiento único para todos los casos, pero la dieta para los trastornos funcionales digestivos juega un papel muy importante a la hora de manejar estos síntomas.

Hoy en día, muchos fármacos presentan efectos secundarios o resultados poco eficaces. Por eso, cada vez más especialistas en medicina digestiva recomiendan gestionar los síntomas a través de una intervención basada en la dieta para trastornos funcionales digestivos.

 

¿Qué son los trastornos funcionales digestivos? 

Los trastornos funcionales son alteraciones del aparato digestivo que no tienen una causa orgánica concreta, pero cuyos síntomas son muy persistentes e incómodos.

Entre los más comunes se encuentran el síndrome del intestino irritable (SII), la dispepsia funcional, el estreñimiento crónico, la diarrea funcional o el sobrecrecimiento bacteriano (SIBO)

Los síntomas incluyen dolor abdominal, hinchazón, gases, diarrea, estreñimiento, náuseas, digestiones pesadas o sensación de plenitud. Estos síntomas pueden derivar en intolerancias alimentarias, alteraciones en la microbiota intestinal o sensibilidad a ciertos compuestos alimentarios.

Pueden verse afectados varios órganos del aparato digestivo, por lo que el enfoque terapéutico debe ser individualizado y adaptado a cada paciente. En este contexto, una alimentación adaptada a trastornos funcionales digestivos mediante dieta específica resulta fundamental.

 

El papel de la dieta en los trastornos funcionales digestivos

Adoptar una dieta adecuada para personas con trastornos funcionales digestivos puede ser una de las mejores opciones para mejorar tus síntomas. Sin embargo, no existe una dieta única para todos los casos, por lo que es importante una valoración individual.

Muchos pacientes, debido a la falta de información, recurren a internet o incluso a herramientas de inteligencia artificial para buscar soluciones. En nuestro Centro de Medicina Digestiva, recomendamos acudir a un especialista para que mediante una evaluación clínica detallada, te diseñe una propuesta de dieta para trastornos funcionales digestivos adaptada a tus necesidades.

Aun así, hay una serie de pautas generales que pueden ayudar a mejorar los síntomas. Aplicarlas correctamente dentro de una dieta pensada para tratar trastornos funcionales digestivos puede marcar una gran diferencia. 

Si quieres profundizar en una de las dietas más utilizadas en estos casos, puedes consultar la dieta NICE en el siguiente enlace: https://www.aegastro.es/documents/dietas/dieta-nice.pdf

 

Distribuir las comidas saludablemente.

Realizar entre 5 y 6 ingestas diarias ayuda a evitar el ayuno prolongado y los atracones, favoreciendo una correcta digestión. Comer despacio y masticar bien reduce las molestias digestivas y forma parte de una estrategia dietética para trastornos funcionales digestivos eficaz.

 

Digestión ligera y cantidades pequeñas

Evitar alimentos ricos en grasas o comidas copiosas ayuda al sistema digestivo a no tener una sobrecarga. Las raciones controladas facilitan una digestión más llevadera dentro de una dieta diseñada para pacientes con trastornos funcionales digestivos.

 

Identificar los desencadenantes

Llevar un diario alimentario puede ser muy útil para detectar alimentos que agravan los síntomas. Este registro permite al especialista diseñar una dieta para trastornos funcionales digestivos adaptada a las necesidades reales del paciente.

 

Evitar el alcohol y la cafeína

El alcohol y la cafeína irritan el sistema digestivo, por lo que es importante eliminarlos de tu dieta para evitar la acidez y mejorar la digestión. 

 

Sigue una dieta personalizada 

Según el diagnóstico, el tratamiento dietético es distinto. No es lo mismo tratar un SII que un caso de SIBO. Por eso, la personalización de la dieta en función de los trastornos funcionales digestivos es clave para lograr resultados efectivos.

 

Alimentos a incluir en tu dieta recomendados para los trastornos funcionales digestivos

Ante todo, es importante señalar que los alimentos que mencionamos a continuación son recomendaciones generales. Siempre deberás acudir a un especialista que te oriente sobre la mejor dieta en función de tus trastornos funcionales digestivos, ya que la elección de alimentos dependerá del tipo de trastorno y de los síntomas que presentes.

A rasgos generales, te dejamos algunas sugerencias que puedes incorporar a una alimentación basada en una dieta terapéutica para trastornos funcionales digestivos.

 

Alimentos bajos en grasa

Los alimentos procesados deberían estar excluidos de tu dieta. Opta por ingredientes frescos y cocinados de forma ligera (hervidos, al vapor, al horno), ya que mejoran la digestión y reducen la inflamación.

alimentos bajos en grasa

Alimentos con prebióticos y probióticos

Los prebióticos (como los que se encuentran en alcachofas, cebolla, espárragos o legumbres) y los probióticos (como el yogur o el kéfir)  ayudan a mantener el equilibrio de la microbiota intestinal. Esto es clave dentro de una dieta con efecto positivo en trastornos funcionales digestivos. 

 

Frutas y verduras

A pesar de que hay algunos problemas digestivos requieren limitar su consumo en fases agudas, el consumo de vegetales y frutas ayudan a regular el tránsito intestinal.

 

Alimentos con proteína

Para tener una buena función intestinal, es necesario consumir alimentos como huevos, pescado, carne blanca y legumbres (según tolerancia). La elección y preparación de estas proteínas dependerá de cada patología y del tipo de dieta aplicada a los trastornos funcionales digestivos.

 

¿Cómo afecta la dieta a los trastornos digestivos?

 

La alimentación tiene un papel fundamental y decisivo sobre los trastornos funcionales digestivos. Una dieta adecuada en caso de trastornos funcionales digestivos no solo alivia los síntomas, sino que puede prevenir futuras recaídas y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

La dieta adaptada para personas con trastornos funcionales digestivos debe ser personalizada y supervisada por un equipo especializado. Evitar la automedicación y mantener una alimentación equilibrada son claves para el bienestar digestivo.

En GASTEA, tras un diagnóstico médico preciso, recomendamos que sea un nutricionista especializado quien diseñe la dieta personalizada. Nosotros aportamos las bases clínicas y generales, y es el nutricionista quien adapta la alimentación a cada caso concreto para lograr una mejora real de los síntomas.

Si crees que tu alimentación puede estar relacionada con tus síntomas, nuestros especialistas en Neurogastroenterologia en GASTEA, pueden ayudarte a diseñar un plan terapéutico adaptado a tu caso. 

 

Mearin F, Peña E, Balboa A. Importancia de la dieta en el síndrome del intestino irritable [Importance of diet in irritable bowel syndrome]. Gastroenterol Hepatol. 2014 May;37(5):302-10. Spanish. doi: 10.1016/j.gastrohep.2013.12.010. Epub 2014 Feb 28. PMID: 24582764.

-Tack J, Tornblom H, Tan V, Carbone F. Evidence-Based and Emerging Dietary Approaches to Upper Disorders of Gut-Brain Interaction. Am J Gastroenterol. 2022 Jun 1;117(6):965-972. doi: 10.14309/ajg.0000000000001780. Epub 2022 Apr 13. PMID: 35417429; PMCID: PMC9169754.

-Black CJ, Staudacher HM, Ford AC. Efficacy of a low FODMAP diet in irritable bowel syndrome: systematic review and network meta-analysis. Gut. 2022 Jun;71(6):1117-1126. doi: 10.1136/gutjnl-2021-325214. Epub 2021 Aug 10. PMID: 34376515.

 

Publicaciones recientes

910 76 84 16
680 67 25 81