ENFERMEDAD POR REFLUJO GASTROESOFÁGICO (ERGE)

¿Qué es la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE)?

El tracto digestivo alto está formado por el esófago, el estómago y el tramo inicial del intestino delgado. El esófago es un órgano con forma de tubo, de unos 25cm de longitud, que permite a los alimentos llegar desde la boca hasta el estómago. El estómago, a su vez, producirá una elevada cantidad de ácido que será necesario para la correcta digestión de los alimentos.

El reflujo ácido consiste en el paso de ácido desde el estómago hacia el esófago. Casi todas las personas presentan breves episodios de reflujo cada día, si bien éstos suelen pasar desapercibidos ya que el ácido es rápidamente aclarado por acción de la gravedad y los movimientos del esófago. De esta forma el organismo se defiende de forma natural de los síntomas o lesiones por reflujo de ácido.

Sin embargo, los individuos que padecen enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) presentan un aumento en el número y /o duración de los episodios de reflujo, lo que lleva a la aparición de síntomas o incluso lesiones en el esófago. La ERGE se presenta generalmente de forma crónica, lo que quiere decir que las personas que lo experimentan pueden presentar episodios de síntomas de forma repetida a lo largo de su vida. No es infrecuente que los pacientes con esta enfermedad refieran una historia de larga evolución de síntomas (>10-20 años).

¿Cuáles son los principales datos estadísticos de la enfermedad por reflujo gastroesofágico?

Se trata de una patología muy habitual en nuestro medio ya que se sabe que hasta un 16% de la población española sufre ERGE.

¿Cuáles son sus factores de riesgo?

En algunos casos no existe una causa aparente que explique la aparición de ERGE. Sin embargo, y tal como hemos podido comprobar en nuestro centro en Madrid, en la mayoría de los pacientes el problema radica en la deficiente contracción del esfínter esofágico inferior (EEI). El EII es un músculo circular que se encuentra situado en la unión entre el esófago y el estómago y actúa a modo de compuerta: se relaja para dejar pasar la comida hacia el estómago y se contrae para prevenir el paso de ácido hacia el esófago. Cuando el EII es débil en su contracción para evitar el paso de los jugos gástricos hacia el esófago se produce el reflujo, y esa “debilidad” puede estar determinada por multitud de factores que revisaremos a continuación:

¿Qué síntomas puede alertarnos?

Es muy habitual que muchos de estos síntomas aparezcan en las 2-3 horas posteriores a las comidas y en ocasiones también al tumbarse, debido a la acción de la gravedad que facilita el reflujo de contenido hacia el esófago.

¿Es necesario que consulte a mi médico
si tengo síntomas por reflujo?

Los síntomas de reflujo ocasionales son muy frecuentes en la población y, en la mayoría de los casos pueden ser controlados mediante la modificación de los hábitos de vida o mediante el uso puntual de medicación antiácida. Sin embargo, es recomendable que acuda a su médico digestivo si:

Si vive en Madrid o alrededores, no dude en ponerse en contacto con nuestro centro de Medicina digestiva GASTEA.

¿Existen complicaciones de la ERGE?

El esófago, a diferencia del estómago, no cuenta con un revestimiento adecuado para hacer frente a la presencia del ácido gástrico. Por este motivo, si el reflujo ácido no se controla de forma adecuada puede conducir a la aparición de:

Esofagitis

Se trata de una inflamación del esófago resultado del reflujo en forma de zonas de erosiones superficiales o úlceras. En los casos graves pueden llegar a asociarse a episodios de sangrado.

Estenosis
(dificultad al paso en el esófago)

La inflamación severa y continuada producida por un exceso de ácido puede desembocar en la aparición de zonas de cicatrización excesiva y estrecheces que pueden incluso llegar a impedir el paso del alimento.

Esófago de Barrett

la exposición continuada a un exceso de ácido puede propiciar que la superficie interna del esófago cambie dando lugar a un revestimiento más parecido al que presenta el intestino. Este cambio, conocido como metaplasia intestinal, es lo que define al esófago de Barrett. En un porcentaje pequeño de casos (0,3% al año) puede llegar a desembocar en la aparición de un cáncer de esófago.

Cáncer de esófago

El esófago de Barrett, consecuencia de una exposición prolongada al reflujo es el principal factor de riesgo para la aparición de un adenocarcinoma de esófago.

¿Qué pruebas puede solicitar mi médico para estudiar la ERGE?

En aquellos casos de pacientes jóvenes con síntomas compatibles con una ERGE y buena respuesta a los cambios de vida y medicación pautada puede no ser necesaria la realización de pruebas diagnósticas adicionales. Sin embargo, si estas medidas no son eficaces o bien existen síntomas que sugieran la presencia de complicaciones asociadas a la ERGE, en nuestro centro en Madrid llevamos a cabo otras pruebas para completar el estudio y descartar otros diagnósticos:

Gastroscopia

Esta prueba consiste en introducir un tubo fino y flexible a través de la boca con el objetivo de inspeccionar el esófago, estómago e intestino delgado. Este tubo cuenta con una lente óptica de gran resolución que permite obtener imágenes de la superficie del tubo digestivo. Además, durante la gastroscopia se podrán tomar pequeñas muestras de tejido, también denominadas biopsias, que en ocasiones facilitarán alcanzar un diagnóstico certero.

Manometría esofágica

Se trata de un catéter muy fino y flexible que se introduce en el esófago a través de la nariz y permite medir la forma en que éste se contrae durante la deglución y en reposo. Permite hacerse una idea aproximada de la función motora que tiene el esófago.

pHmetría esofágica

Se introducirá un catéter muy fino a través de la nariz hasta el final del esófago, donde permanecerá fijado durante 24 horas en las que el paciente llevará a cabo la rutina de su vida diaria con el fin de reproducir fielmente las condiciones habituales de comida, ejercicio, sueño, etc…. Este catéter cuenta con un pequeño dispositivo capaz de detectar y medir la cantidad y acidez de líquido que asciende hacia el esófago. Es la forma más directa de medir la frecuencia e intensidad de los episodios de reflujo ácido en el esófago, y permite correlacionarlos con los síntomas mediante el registro por parte del paciente de los momentos en que presenta algún síntoma.

¿Cómo se puede prevenir la ERGE?

Existen una serie de medidas de estilo de vida y dieta que ayudarán a prevenir los síntomas de reflujo. Desde Gastea en Madrid te aconsejamos:

¿Cuáles son las opciones de tratamiento?

Además de los cambios de estilo de vida antes mencionados en ocasiones son necesarios medicamentos para calmar los síntomas o tratar las lesiones asociadas al reflujo. Entre los fármacos más utilizados se encuentran los inhibidores de la bomba de protones (IBP) como el Omeprazol, Esomeprazol, Pantoprazol, etc. Estos medicamentos actuarán directamente en el estómago reduciendo la cantidad de ácido producido. El objetivo será mantener la mínima dosis de fármacos que permita controlar los síntomas y/o el reflujo ácido (medible mediante pruebas tipo pHmetría). Aunque se han descrito efectos adversos de este tipo de fármacos, el riesgo es muy bajo y son por lo general medicamentos con un perfil de seguridad alto.

Existen otros fármacos como son los antiácidos de contacto, que ayudan a neutralizar el ácido producido de forma inmediata, o los procinéticos, que estimulan los movimientos del esófago y estómago para aclarar el contenido ácido. En general estos fármacos se utilizan como ayuda o segunda línea, porque su eficacia para controlar la ERGE es inferior.

En casos de ERGE severa, que no responden favorablemente al tratamiento, especialmente aquellos casos que cuentan con un diagnóstico de hernia de hiato, puede ser necesaria una cirugía antirreflujo para paliar los síntomas, o alternativamente una técnica endoscópica antirreflujo.

Para solucionar el ERGE en nuestro centro de Medicina digestiva en Madrid utilizamos las siguientes técnicas:

910 76 84 16
680 67 25 81